Exposición permanente
El edificio, ahora rehabilitado, fue una antigua ollería construida en 1711 por la familia Ortiz de Zárate y donde trabajaron el barro varias generaciones hasta 1958, fecha en la que el embalse de Urrunaga inundó la cantera de arcilla. El proyecto integral de recuperación vino de la mano de la ceramista Blanka Gómez de Segura.
En la primera planta se expone una colección de 380 piezas antiguas de cerámica popular vasca, divididas en diferentes secciones según su utilización. Cerámicas para fuego, mesa, conserva de alimentos, transporte de líquidos, construcción o uso religioso son algunos de los apartados expuestos.
El horno del siglo XVIII es un elemento arquitectónico de planta cuadrangular que se eleva en altura varios metros, dotado de cámara de cocción en la parte superior y cámara de combustión en la inferior. Fue construido adosado al caserío en 1711. En 1958 se realizó la última hornada en él y desde 1993 está declarado Monumento en el Inventario General del Patrimonio Cultural Vasco.